miércoles, 23 de julio de 2008

"Maus" de Art Spiegelman

Novela gráfica. Género que en la actualidad goza de una gran aceptación entre el mundo literario, gracias a la calidad, no ya de las ilustraciones, sino de los textos e historias que llegan hoy día a las librerías, tiene uno de sus grandes referentes en esta obra del dibujante sueco Art Spiegelman.
Maus ha sido considerada por muchos como la mejor novela gráfica de la historia llegando a ser el primer cómic en ganar allá por el año 1992 el prestigioso Premio Pulitzer y conseguir una exposición de sus viñetas en el MOMA de Nueva York.
Spiegelman (diseñador, además de dibujante) ha logrado crear una obra distinta de una temática más que manida, el holocausto judío. Numerosos libros se han escrito sobre el nazismo y el sufrimiento del pueblo judío durante la II Guerra Mundial, pero para ser justos, ninguno de ellos ha sido abordado desde la visión de Maus. Sólo hay que ver el dibujo de la portada (tras un par de ratones asustadizos aparece la figura de un Hitler gatuno superpuesto sobre una esvástica) para adivinar que nos encontramos con un libro diferente. Desde la edición actual española (Ediciones Random House Mondadori), muy cuidada, una cubierta y sobrecubierta con grandes detalles y una alta calidad del papel, hasta los textos, respetando los errores gramaticales y en los tiempos verbales del personaje principal, pasando obviamente por unas ilustraciones tan eficaces que olvidas con facilidad que se trate de dibujos de trazos más que simples.
Maus nos cuenta la historia biográfica de Vladek Spiegelman (padre del autor), un judío polaco y cómo su vida y la de su familia se ve truncada con la llegada de Hitler al poder y la invasión de Polonia por el ejército nazi, contada a través de los recuerdos que Art recoge en las visitas que le hace a su padre. Guerra, hambre, injusticias, genocidio, odio… nazismo. Todos estos temas no empañan una segunda línea argumental tan interesante o más que los anteriores, la complicada relación de Art con Vladek y cómo el sufrimiento al que se ve sometido este último durante el holocausto judío hacen de él un viejo avaro y enfermo que se va desvaneciendo poco a poco a lo largo de la novela. En palabras de Art “coincide con la caricatura racista del viejo judío avaro" (pág. 133).
Maus es la conmovedora historia de un superviviente. Una lectura obligada. Una obra más que destacada de la literatura contemporánea, interesante tanto por el texto en sí como por el formato que lo embellece. Sin fisuras y con una viñeta final de una belleza y un simbolismo extraordinario. Una NOVELA GRÁFICA.
Por cierto, todas las nacionalidades de los personajes están representadas como animales. Los judíos son ratones y los nazis gatos (los franceses ranas, los polacos cerdos, los suecos ciervos y los estadounidenses perros) ¿una metáfora más apropiada que ésta?

miércoles, 16 de julio de 2008

"La Senda del Perdedor" de Charles Bukowski. Combate cuerpo a cuerpo.

Reconozco que soy amante de los deportes de contacto, aunque hoy día no sea demasiado sofisticado sentir cierto placer por observar a dos hombres golpearse hasta la extenuación sobre la lona de un ring. Un sentimiento parecido me embarga cuando leo cierta literatura, la lectura se transforma, indudablemente, en un combate cuerpo a cuerpo entre el que escribe y mi persona. En esta situación me he encontrado con la novela de Bukowski, aunque aviso que este es sin duda el peor contrincante con el que te puedas encontrar, ya que no tienes opción alguna frente a un adversario de esta índole. Sus golpes son directos y precisos, no te permite descanso alguno para coger aire y boqueas a duras penas buscando un poco de oxígeno, mientras sus diálogos y situaciones te golpean constantemente sin dejarte tiempo alguno para poder recuperarte.
Charles Bukowski, alemán de nacimiento aunque afincado en Estados Unidos, es considerado el último de los escritores malditos de la literatura norteamericana. Su prosa ha sido calificada como marginal, obscena, vulgar y maldita, aunque llena de hallazgos lacónicos. No obstante, su genialidad lo ha llevado a ser reconocido como el creador de buena parte de la novela más directa y cruda que jamás se haya escrito, haciendo de Bukowski un escritor de culto. La Senda del Perdedor es el recorrido por la infancia y adolescencia de Henry Chinaski (alterego que utiliza Bukowski para contar sus decepciones). Una novela autobiográfica que recorre, como digo, los primeros años de un Chinaski/Bukowski rodeado por el paro y la desesperación que azota Norteamérica durante los años de la Gran Depresión. Inmerso en un ambiente pobre y miserable, en un suburbio de Los Ángeles, con un padre autoritario y violento, una madre sumisa y acobardada, unos familiares alcohólicos y pendencieros, el hecho de que Henry sufra unas horribles erupciones en la piel, tan dramáticas que llegarán a dejar marcas permanentes en su rostro, no lo ayudarán a introducirse en una sociedad en la que de todos modos no encuentra lugar. Tampoco se relacionará con compañeros o habitantes del vecindario (que no amigos, Chinaski desprecia todo contacto humano) salvo para humillarlos o castigarlos esgrimiendo su elocuencia e ironía.
Todo ello unido a las continuas palizas que recibe, primero involuntarias provenientes de su propio padre, y luego buscadas y consentidas por parte de cualquier matón o compañero escolar que se atreviera a contrariarlo, hacen que Henry/Charles encuentre consuelo en la que será, junto al sexo, una de las grandes obsesiones de Bukowski en su obra literaria, el alcohol. A lo largo de su vida despreció los ambientes literarios argumentando que prefería cualquier bar antes que una reunión de escritores.
Henry Chinaski o Charles Bukowski, Charles Bukowski o Herny Chinaski es ante todo un superviviente, un lector empedernido y uno de los escritores más prolíficos de la literatura contemporánea. Poeta y novelista, escritor “underground”, la obra de “Hank” Bukowski es tan escandalosa como imprescindible.

domingo, 13 de julio de 2008

"Midnight's Children" gana el Best of the Booker

Tras su aparición en 1980 Midnight's Children (Hijos de la Medianoche) no ha dejado de atesorar premios y reconocimientos que han hecho de esta obra del autor británico Salman Rushdie, una de las novelas contemporáneas más destacadas. En 1981 Midnight's Children fue galardonada con el Premio Booker que reconoce la mejor obra de ficción en lengua inglesa de autores pertenecientes a los países que integran la Commonwealth e Irlanda. Este premio está considerado como el más prestigioso de los que se otorgan en el Reino Unido, ya que tras su primer fallo en 1969, fue el primero de las islas que otorgó, no sólo reconocimiento internacional, sino una dotación económica a su ganador. Posteriormente en 1993 y con motivo de su 25º aniversario la fundación del Premio Booker creó el Booker of Booker Prize, que reconocía la mejor obra de las ganadoras del Premio Booker en sus veinticinco ediciones, correspondiendo igualmente este honor a la obra de Rushdie premiada en 1981. El pasado viernes y coincidiendo con la 40ª edición de los Premios Booker, el jurado del mismo quiso reconocer la mejor obra ganadora de este premio a lo largo de su historia concediendo el denominado Best of the Booker, recayendo igualmente este honor a la obra del escritor nacido en Mumbay (India).
Ni que decir tiene que Midnight's Children es una obra maestra, aclamada por público y crítica, siendo considerada una de las obras de ficción en inglés más conocidas e importantes del siglo XX y un claro exponente del realismo mágico, considerada por muchos como la versión india de la magnífica Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez.
La novela transcurre en la India en los años posteriores a la medianoche del 15 de agosto de 1947, fecha en la que India deja de ser colonia británica, alcanzando su independencia y escindiéndose de Pakistán. En esta medianoche nace una generación de niños con poderes sobrenaturales, entre los que destaca su protagonista Saleem (telépata y poseedor de un extraordinario olfato), quien no podrá obtener provecho alguno de los dones que le han sido concedidos. Con esa combinación de magia, humor e ironía que caracteriza la producción de Rushdie, este nos presenta su visión personal de los problemas tanto sociales como religiosos a los que se enfrentará el recién descolonizado estado indio, tras el abandono, tanto económico como político, que sufre por parte del Imperio Británico. A través de una evidente metáfora entre los dos principales protagonistas de la trama (dos hijos intercambiados al nacer) con los dos estados nacientes esa medianoche del 15 de agosto de 1947 (India y Pakistán), el escritor nos lleva de la mano a una reflexión sobre los problemas que caracterizaron toda una época y una generación.
Alejado en estilo de otros escritores indios como el nobel V.S. Naipaul o Vikram Seth, la obra de Rusdie se encuentra más cercana a la superventas Arundhati Roy en cuanto al tratamiento fantástico y mágico de sus temas, pese a que se encuentra muy por encima de esta en lo relativo a calidad y profundidad de sus textos. Su obra es de obligada lectura para los amantes del realismo mágico, entre los que me encuentro, y para aquellos que pretendan acercarse de un modo más que interesante a la cultura india, ya que en Rushdie podemos encontrar novelas caracterizadas por su gran contenido social y político, aderezados con grandes toques de humor e ironía, sin olvidar ese ingrediente de fantasía y magia que los convierte en grandes obras de nuestra época. Destacaría entre su producción Shame (Vergüenza), su libro de relatos East, West (Oriente, Occidente) o para una primera incursión en el mundo rushdiediano The Ground Beneath Her Feet (El suelo bajo sus pies). En fin, mi más sincera enhorabuena a Salman Rusdie y su genial Midnight’s Children.