domingo, 30 de noviembre de 2008

"Tigre Blanco" de Aravind Adiga

Otro autor indio, y afortunadamente el número sigue creciendo, irrumpe en la escena literaria mundial con una nueva joya, Tigre Blanco (The White Tiger).
Dos son las corrientes narrativas en las que claramente se pueden encuadrar a todos aquellos autores que provienen de la antigua colonia británica. Por un lado escritores como Salman Rushdie o Arundhati Roy, se afanan en presentar una India mágica y religiosa, llena de fábulas y acontecimientos maravillosos, dejando a un lado los problemas más que evidentes que inundan las malolientes calles de ciudades como Delhi o Bombay. Pasan de puntillas sobre la miseria omnipresente de la sociedad india y se centran en los aspectos más glamurosos y espirituales de la milenaria tradición hindi. Justo frente a estos escritores, autores como Vikram Seth o V.S. Naipul se caracterizan por ser mucho menos imaginativos, más austeros, más realistas. Su visión de India es una visión evidente, alejada del misticismo y suntuosidades, en las que los problemas sociales y económicos apenas dejan espacio para la imaginación. Si bien es cierto que siempre, y esto es inevitable, hay toques maravillosos en sus textos, la trama central de sus escritos no se aleja mucho de lo que debe ser la realidad de un pueblo esclavo de sus tradiciones y desamparado ante los graves problemas políticos y religiosos que lo azotan.
Pues bien, Aravind Adiga está claramente encuadrado dentro de estos últimos escritores. Tigre Blanco es una genialidad. Un libro que nos cuenta la historia de Balram Halwai, apodado Tigre Blanco, hijo de un conductor de rickshaw y habitante de una de las zonas más pobres de la India. Una novela epistolar en la que a modo de confesión del reo, Tigre Blanco cuenta como una persona puede cambiar radicalmente su destino. Como un indio nacido en una familia humilde, miembro de una casta de pasteleros, puede ascender desde la más absoluta de las miserias y colarse entre la élite empresarial de la ciudad de Bangalore. Una historia cuando menos inolvidable en la que el lector inevitablemente va acumulando una empatía hacia la figura del Tigre Blanco que se resuelve en comprensión y amor al personaje.
Adiga ha conseguido escribir una novela ejemplar, sarcástica, llena de humor y de momentos melancólicos, una novela más que merecedora del Broker Price 2008. Estamos ante uno de esos libros merecedores de convertirse en eso que la prensa y los críticos se obcecan en denominar “fenómeno literario”, ya que mucho más que otros, rebosa calidad en cada una de sus páginas.
No me resisto a destacar, y espero que no sea por última vez, la magnífica edición en español de esta novela. Miscelánea editores ha trabajado el texto y eso se nota y es de agradecer por aquellos lectores, entre los que incluyo, que aman y disfrutan un libro como un preciado objeto en el que la envoltura desempeña un papel determinante. Desde la cubierta a la textura de las páginas la edición es todo un acierto. Si las MacEditoriales cuidaran los libros y se preocuparan por ellos…

martes, 25 de noviembre de 2008

"El Canalla Sentimental" de Jaime Bayly

Hay determinados autores que en ocasiones son vilipendiados por las críticas, a menudo sin fundamento alguno, debido a su volumen de ventas o al hecho de que no sean lo suficientemente puristas o exquisitos en su estilo de escritura. 
Irreverente, sarcástico, provocador, polémico tanto en su vida privada como en sus múltiples facetas públicas (se define como periodista antes que como escritor y ejerce de presentador en un programa de entrevistas en la televisión americana), Bayly es un auténtico canalla y uno de esos escritores presa de su personaje, que son enjuiciados más como proyecciones públicas que como narradores. 
A este autor peruano no le ha sido suficiente con ganar el premio Herralde y ser finalista del Planeta (esto último lo dejo ahí, tampoco quiero hacer sangre sobre ello), sigue siendo considerado un showman antes que un escritor con algunos libros bastante interesantes. 
Con El Canalla Sentimental nos acercamos algo más a la figura de Jaime Bayly y al peculiar mundo que lo rodea. Después de que nos dejara navegar por su infancia en su Perú natal con Yo Amo A Mi Mami, Bayly continua salpicando sus novelas con datos autobiográficos, si bien es cierto que en esta ocasión en ese título es mucho más explícito pues se trata de un compendio de relatos, que en su mayoría han sido publicado en diversos medios hispanoamericanos, en los que nos narra su relación con el mundo. 
Crea un alter ego, Jaime Baylys, en honor a todos aquellos que se obstinan en atribuirle la patente de una famosa marca de crema de whisky, y de la mano de este, conocemos la relación que mantiene con su novio argentino, la persona que más quiere en el mundo, con su ex mujer, la persona que más quiere en el mundo, (esta dualidad de sentimientos unida a una bisexualidad de la que hace gala casi en cada frase del libro le crea no pocos problemas) con sus hijas, con su familia y con su ex suegra (a la que le dedica multitud de páginas debido a una enemistad que dura años). 
Nos da a conocer a un Bayly sarcástico, frívolo, romántico, un escritor que vive continuamente entre Perú, Argentina y Estados Unidos, con innumerables fobias, como el frío, los ruidos y algunas personas, y con una vida laboral de la que es esclavo pero de la que sin embargo quiere escapar intentando ganar el suficiente dinero para conseguirlo (y quien no).
Un canalla con todas las letras pero un tipo de lo más interesante. Una novela atrayente y embaucadora. Uno de esos libros que, como el diario de otra persona, no puedes o no quieres dejar de leer. Grandes momentos de humor salpican todo el texto que está escrito sin pretensiones. Un libro en el que podemos conocer algo más de Jaime Bayly tal y como es Jaime Bayly.  

domingo, 16 de noviembre de 2008

"Nombrar A Los Muertos" de Ian Rankin

La saga iniciada por Rankin hace veinte años con la publicación de Knots & Crosses, allá por el año 1987 y la aparición en el mundo de las letras de su personaje fetiche, el Inspector Rebus, debe ser  parada obligatoria para todos aquellos amantes de la novela negra y las historias de detectives. 
Nombrar A Los Muertos (The Naming Of The Dead) es uno de las últimos títulos en los que podremos seguir las peculiares investigaciones del Inspector Rebus, ya que recientemente Ian Rankin ha decidido jubilar, después de diecisiete entregas, al correoso Rebus con la publicación de Exit Music, la novela que pone punto final a las aventuras del Inspector escocés.
La aparición de un asesino en serie en Escocia que coinciden con la muerte de un miembro del parlamento que cae desde las murallas del Castillo de Edimburgo, durante una cena de gala, desencadenan una tortuosa investigación llevada a cabo por el incombustible John Rebus cuando todos los ojos se dirigen a Edimburgo, ya que durante esos días se reúnen en la capital escocesa los principales dirigentes mundiales en la reunión del G8. Manifestaciones antiglobalización, conciertos contra la pobreza, incidentes de todo tipo protagonizados por manifestantes venidos de todos los rincones del mundo y por los propios habitantes de Edimburgo que aprovechan la ocasión para mostrar su desacuerdo con los actos programados en Escocia son el aderezo con el que Rankin cocina una historia de suspense digna de los mejores títulos del género.
Ian Rankin es un superventas, no sólo en Reino Unido, sino a nivel mundial, ya que sus novelas se traducen a más de veinte idioma, lo que demuestra que no es un hecho circunstancial, pese a que todas sus tramas son decididamente localistas. Edimburgo, ciudad en la que estudió letras y donde reside desde hace años, es la localización donde se desenvuelve el Inspector John Rebus y desde donde se han exportados sus historias desde hace dos décadas y donde culminará en la próxima entrega en la que Rankin definitivamente jubila al personaje que con el que ha compartido tantas aventuras. 
Rankin ha conseguido revisar la novela policíaca y de detectives, donde son evidentes las influencias que Sir Conan Doyle y Sherlock Holmes han ejercido en su obra.  Con una escritura en la que destaca una elaborada trama y unos diálogos perspicaces, las novelas de Rankin son libros que cuestan dejar de leer, decididamente adictivos. 
Ganador del premio Gold Dagger con su novela Black &Blue y del Edgar con Resurrección ha sido investido como Oficial de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la literatura.