Aventuras, asesinatos, misterios, amores imposibles y amores imperturbables, calumnias, engaños, embaucadores y embaucados, inventos, homenajes tanto literarios como históricos, sentimientos, dulzura y por supuesto, viajes a través del tiempo. Todos estos ingredientes ambientados en una más que conseguida recreación del Londres victoriano y bajo la atenta mirada de grandes personajes de la época como Jack El Destripador (ya sea un tal Brian Reese, un miembro de la familia real británica o quien quiera que perpetrara los salvajes asesinatos que sumieron en el terror al Londres de la época y sobre todo al miserable barrio de las prostitutas de Whitechapel), Joseph Merrick más conocido por El hombre Elefante, Henry Jamen, Bram Stoker y por supuesto, el hilo conductor de gran parte de la historia, el autor de La Máquina del Tiempo H.G. Wells, dan como resultado la obra ganadora del XL Premio de Novela Ateneo de Sevilla, fallado en 2008. Un texto que rinde homenaje a las grandes aventuras de Verne y a los relatos de misterio, donde algunos pasajes nos hacen recordar inevitablemente la huella de Poe o de Doyle entre otros muchos. Sin olvidar, por supuesto, el papel determinante que Palma reserva a Wells y su inolvidable La Máquina del Tiempo, sobre el que gira gran parte del libro.
El Mapa del Tiempo es una novela inteligente, escrita con una prosa elaborada y con una calidad más que evidente. Uno de esos textos que como una gran tela de araña, atrapa al lector en un intrincado de situaciones de las que es imposible escapar. Cualquiera que se acerque al texto podrá dejarse llevar por la pluma embaucadora de Palma y realizar todos aquellos viajes en los que el escritor se empeña en embarcarnos.
Los viajes temporales son el leitmotive de la obra y Palma recurre a ellos explotando todas las posibilidades que imaginación le permite, que no es corta. En ocasiones la lectura resulta un poco pesada, ya que la trama a veces se estanca en los recurridos conceptos de tiempo y percepción, sacrificando con ello la línea de misterio y aventuras que salpica toda la obra. Sin embargo, Palma consigue retomar los momentos de suspense y estructura perfectamente el libro evitando así que nos perdamos entre sus más de seiscientas páginas. Quizá por este motivo lo divide en tres grandes capítulos, dedicando el primero de ellos a los viajes al pasado, el segundo a los viajes futuros y el tercero, en una montaña rusa en la que, valiéndose del instrumento de la magia de adereza la novela, nos traslada a distintas épocas temporales pretéritas y futuras creando una sofisticada línea argumental en la que el lector ocupa el lugar que le corresponde, debiendo estar a la altura de la misma.
Creo no equivocarme cuando escribo que El Mapa del Tiempo es una novela muy interesante, sobre todo para aquellos necesitados de historias. Un libro en el que el autor gaditano consigue desplegar todas sus posibilidades. Una literatura precisa con grandes toques de magia, que a estas alturas, se agradece.