“(…) está la primera partida, la segunda, luego la decisiva, después la revancha y, por último, la del consuelo. Es una partida en la que ya nadie se juega nada… Una partida sin competición, sin perdedores… Por el placer de jugar y ya está… (…)”.
Con este único propósito debe abordarse El Consuelo (La Consolante) sin pretensiones ni anhelos, por el placer de leer, y ya está. Un libro en el que el lector debe dejarse llevar y como mero observador, contemplar y disfrutar de la vida que en el mismo se cuenta, sintiéndose partícipe en todo momento de las emociones que poco a poco van aflorando en la persona de Charles Balanda y sobre todo de la resurrección personal de este. Nos convertimos en ese lector omnisciente que todo lo ve, si bien para disfrutar completamente, hemos de dejarnos llevar y mimetizarnos con el personaje de la historia.
En contadas ocasiones el título de una obra es tan acertado como en esta novela de la autora francesa Anna Gavalda. Se me hace difícil escribir un comentario sobre un libro como este, cuando lejos de la técnica literaria y la trama de la obra, lo más destacado de la misma es la conmoción que te sobrecoge cuando finalizas la lectura.
La historia que nos presenta esta joven autora parisina es más bien simple, sin que podamos destacar un trenzado complejo de situaciones ni un final impactante. Nos narra la vida de Charles Balanda, un arquitecto de 46 años, con una vida profesional exitosa y ajetreada y con una familia del todo convencional, mujer e hija adolescente. Toda su vida da un vuelco cuando recibe la noticia de la muerte de Anouk, madre de su mejor amigo de la infancia y su amor durante su época de adolescente. Es en ese momento cuando una cascada de recuerdos y sentimientos que creía olvidados cae sobre él y dan lugar a que este comience a replantearse tanto su vida actual, como el futuro.
La prosa de Anna Gavalda, es sencilla y atrayente. Utiliza generalmente frases cortas y punzantes (lo que le ha granjeado no pocas críticas en Francia) y que hace que su estilo sea decididamente particular. Precisamente gracias a ese estilo directo consigue mantenernos atentos sin utilizar ripios ni frases grandilocuentes. Quizá a la novela le falte algo de ritmo en su primera parte, aunque reconozco que es muy posible que la propia autora quiera que los sucesos que ocurren a lo largo del texto nos vayan proporcionando el ritmo adecuado a cada momento. La segunda mitad, que coincide con la aparición del personaje que completa la historia, es mucho más interesante y envolvente, con una rapidez extrema llegando a un punto en el que se hace bastante complicado dejar de leer.Anna Gavalda es la autora francesa que más vende hoy día siendo, junto a Amelie Nothomb, el claro exponente de la literatura francesa actual. Parisina y periodista, colabora con la revista Elle. Gavalda ha sido premiada en Francia con el France Inter con su primer libro La Carta de Amor Más Hermosa (La Plus Belle Lettre d'amour) aunque el reconocimiento internacional lo obtuvo años más tarde con su libro Quisiera Que Alguien Me Esperara En Algún Lugar (Je Voudrais Que Quelqu'un M'attende Quelque Part) que le reportó además el Grand Prix RTL-Lire en el año 2000. No obstante, quizá su obra más conocida hasta el momento sea Juntos, Nada Más (Ensamble, C’est Tout) sobre todo gracias a su adaptación cinematográfica que de la misma realizó Claude Berri y que protagoniza Audrey Tautou.
jueves, 28 de agosto de 2008
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1 comentario:
Hace poco leí un artículo/entrevista sobre ella en El País y me apeteció conocer su literatura...me lo apunto para la próxima inversión.
Saludos.
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