domingo, 18 de enero de 2009

"La Mala Muerte" de Fernando Royuela

Me he visto prácticamente obligado a acercarme a la obra de Fernando Royuela, entre otras muchas razones, por los comentarios y opiniones que recorren los círculos literarios y que califican a este autor como uno de los escritores más talentosos de nuestro país. Si bien no es considerado como uno de esos escritores superventas, más ocupados en apariciones mediáticas y en granjearse un halo de grandeza e intelectualidad, la calidad y buen hacer de este escritor madrileño no necesitan faraónicas campañas de publicidad para ser reconocido entre todos aquellos que se consideran, como este humilde oriental, amantes apasionados de la buena literatura y nos hace reflexionar sobre la gran injusticia que recorre las estanterías de las librerías de nuestro país.
Royuela no sólo no me ha decepcionado, sino que me ha causado una impresión como pocas veces me produce un escritor cuando me acerco por primera vez a su obra, me ha apasionado desde la primera página. La Mala Muerte es una verdadera joya. Muchos son los libros que han abordado los años de la transición española y sus consecuencias en los distintos estratos de la sociedad. Numerosos también han sido los textos que han evidenciado el carácter revolucionario y timorato de los personajes más emblemáticos de esos años que cambiaron la historia de nuestro país, acercándolo a grandes empujones a lo que podemos observar hoy en día.
Fernando Royuela se sirve de la vida y penurias de Goyito, un enano deforme nacido en el seno de una familia humilde y posteriormente vendido a un circo ambulante, para, sacando del recuerdo la figura del Lazarillo y la picaresca del siglo XVI, retratar las miserias de aquella sociedad que a finales de los setenta soportó sobre sus acomplejados hombros el cambio que supuso la transición.
Un repaso a través de todos los hijos de puta que pasaron por la vida de Goyito, comenzando por él mismo, y de la mala muerte que les sobrevino a todos a modo de castigo divino por tanta maldad y desprecio que le dispensaron, a pesar de que aquel nunca se las deseara.
Una obra exquisita de una calidad excepcional. Por momentos sentimental y reflexiva, que se sirve de grandes dosis de humor e ironía para minimizar el impacto de situaciones de gran dureza y crueldad. Una novela en la que descubrimos el talento de un escritor con letras mayúsculas, con un estilo fluido y ameno que consigue hipnotizarlos hasta la última página. La Mala Muerte, le valió a Royuela el Premio Ojo Crítico de RNE en el año 2000.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chinito:

No sea alo devuélvale su hache al alo.
Por lo demás, me ha despertado las ganas por leer a Royuela.

Se agradece.